Comiendo en el Seed Farm Villa, Songea. Con Masa, Song, Yuki, Daisuke, y Kim. |
La llegada a Songea fue curiosa, había
dos japoneses esperando a Daisuke, compañeros de la organización en
la que trabajan. Bajamos la bici del techo, los que ayudaron me
pidieron de nuevo dinero, les dije que ya pague 4000 shilings, 2
euros, en Tunduru, pero insistían en tener el ticket, imagino que
para reclamar su parte, no se.
Songea es una ciudad en una colina,
subir y bajar es lo que se hace todo el día. La guess house donde me
quedé es la Giseku, no tiene agua corriente pero tiene algo mejor,
agua caliente en un tonel donde han hecho un invento
para meter un cilindro perpendicularmente donde ponen carbón. Un lujo.
para meter un cilindro perpendicularmente donde ponen carbón. Un lujo.
El doctor operando a la llipsi bici. |
El sábado fue un sábado propiamente
dicho, estaba cansado de que mis días fueran todos eternos sábados,
sin un lunes que significara ir a trabajar, pero tampoco disfrutaba
los sábados en Tanzania, eran un día normal. Este fuimos a comer a
casa de unos coreanos, subir una montaña cerca de Songea con vistas
espectaculares, cena en un restaurante de lujo (10 euros por persona
en vez del euro de rigor del arroz o ugali). Terminamos en un bar,
donde es más un sitio donde ver fútbol europeo y beber cerveza a 1
euro. Y después de esto a dormir a las 11 de la noche, todo un
logro.
Visitando las montañas cerca de Songea. |
Con Masa, Song, Yuki y Daisuke el primer sábado de verdad que tengo en Tanzania. |
Songea es una ciudad más cristiana que
el resto, llena de iglesias, y organizaciones cristinas, como la
universidad que hay, o los hospitales con nombres de santos. Se ve
algún muzungu de vez en cuando, yo he visto 3 a parte de los colegas
asiáticos, en 4 días. Songea es una ciudad tranquila, con
electricidad la mayor parte del tiempo, y una tienda en plan europeo
que llaman “minimarket”, a cuya dueña la estoy pagando los
estudios universitarios de sus hijos y los hijos de sus vecinos, con
la cantidad de helados de caramelo que me estoy comiendo. El trato es
el mismo que en el resto de Tanzania, muchas veces ni me saludan, me
dan la vuelta sin mirarme y de mala gana, y cuando voy al fondo de la
tienda se levantan y se acercan por si voy a robar algo. Es verdad
que mis pintas no son las más elegantes de la ciudad, pero no llego
a ese punto, jeje. Se podría pensar que vienen por si tengo alguna
duda, pero no se acercan si estoy lejos pero dentro de su campo de
visión. Este es un detalle, pero en general la gente del sur, y de
Songea son gente simpática, si hago fotos o vídeos no me gritan como
en Bungu. Empiezo a descubrir quien habla inglés simplemente con
las pintas que tiene vistiendo, y empiezo a saber como tratar a los
Tanzanos. La sonrisa no es moneda de cambio, pero si muchos saludos,
preguntar que tal, y sobre todo hablar en Swahili. Nunca ponerse
nervioso y aunque el tío que te arregla la bici sea el mayor inútil
después de Rompetechos, hay que sonreír, decirle que es un monstruo
y darle las gracias por poner un radio retorcido. Ahiiii, cuanto
hecho de menos a mi mecánico preferido mister Alshan... donde
estará???, arreglándole la bici a otros buzungu?? me habrá
olvidado ya??, que destreza poniéndome a punto los frenos... había
que verle, que arte¡¡¡ Y tenía de todo, patas de cabra gordas,
resistentes, de las que no he podido encontrar después en ninguna
tienda de Tanzania.
El problema mayor de quedarse en una
ciudad, donde hay lujos como luz en la habitación, y agua caliente,
es que te aplatanas, y no quieres moverte, por lo que necesito
moverme porque estoy comiendo en exceso y no lo quemo. Si encima hay
una tienda con helados con forma de helado, no derretidos por un
apagón de varias horas, ya la combinación es explosiva.
La salida sería a Malawi, hay dos
formas, cruzando el lago Malawi, o dando un rodeo de unos 1000 km.
Cruzar el lago es un ejercicio de confianza en Dios, y esperar que
cuando llegues haya ferry. Nadie sabe nada, quien vende el ticket de
bus al embarcadero dice que los viernes, una suiza con la coincidí
en bici por Bungu, me dice que los sábados y los domingos. En
internet dicen que 2 salidas al mes. También dicen que está en
reparación y que debería estar listo para diciembre del 2012, sin
que haya noticias de que nadie lo haya cogido desde entonces. Un
bicicletero que hizo la ruta en 2012, me dice que cogió un
barco de mercancías que transportaba azucar, llegando al pueblo por
la noche, no muy recomendable, y lo hizo de Malawi a Tanzania, más
fácil si te toca esperar, ya que en Malawi hay un pueblo al lado de
la carretera y el lago, y en Tanzania no hay nada cerca, y son 2 días
de bici desde Songea. La solución es subir a Mbeya y de allí bajar
a Malawi en un par de días. Como voy pillado de días utilizaré en
algún momento el bus o el coche de algún alma caritativa que me
quiera llevar. Ya veremos.
En Songea estuve en una de las
escuelas, mientras esperaba interminables minutos, que llegaron a ser
horas, me dio tiempo a escribir, y esto es lo que pensé:
Me encuentro en Songea, en una de sus
escuelas de secundaria. Aunque desde hace 1 hora no se si estoy en
una escuela o en un centro de tortura. Una niña no para de llorar,
está metida en un cuarto de la zona de oficinas de los profesores,
en la puerta pone “students welfare” “bienestar del
estudiante”. Pasando para ir al servicio, vi como un profesor
esperaba en la puerta con una vara de las gordas, mientras dentro la
voz de una mujer decía algo ininteligible y se oían golpes. Al
salir del servicio el profesor ya no estaba, imagino que no se
esperaba ver a un blanco y prefirió meterse a dar el relevo en la
paliza a la chica de 15 ó 16 años, que quizás llegó tarde a
clase, o con la ropa sucia después de andar 5km desde la ciudad por
caminos de tierra, que es lo único que hay. Más tarde vi que la
sala está llena de varas, al menos conté 7, las probé en la mano y
me dolió, y eso que di con cuidado.
No se el motivo por el que pegaban a la
chica, pero pegar con saña a chavales indefensos no se en que curso
de pedagogía de la universidad de estudia. Luego me pide el
subdirector que si les puedo llevar material deportivo para motivar a
los alumnos a ir a clase, que cachondo¡¡¡. Si les traigo un bate
de béisbol puede que no le den el uso que se supone.
Me cuentan mis fuentes, y son muy
fiables, que en Tanga, al norte de Dar, han visto como un profesor se
ponía un puño americano para pegar a los estudiantes. Muchos, según
me cuentan, disfrutan realmente pegando a los alumnos, que si se
tuerce el caso o están en una habitación a solas, puede tornarse en
paliza, u otras cosas que ya no sé.
Es curioso que lo más importante para
aprender es un buen profesor, no hay duda sobre esto, y quien las
tenga les puedo presentar a un par de profesores de alemán y francés
que hacen que aprendas aunque no quieras. Por desgracia, un profesor
malo hace que odies los estudios. Por lo que veo, el que tiene buenas
notas en un colegio de secundaria de Tanzania, es que tiene muchas
muchas muchas narices, no solo inteligencia para estudiar, si no para
aguantar todo lo que le rodea, la violencia sádica, la cara de asco
de los profesores que a mi personalmente me da un bajón enorme
cuando les miro, prefiero no mirarles mucho que me roban mucha
energía, jeje. El que cualquier error se castigue con varios azotes
de vara, que el 80 o 90% de los alumnos reciban golpes todos los
días, hay que ser muy muy fuerte para aguantarlo, por eso creo que
lo que hace Educa Tanzania es muy importante, porque se les dice a
los chavales que hay alguien que confía en ellos, y más aún, si el
proyecto del colegio sigue para adelante, habrá un sitio donde
podrán estudiar preocupándose unicamente de estudiar. Pensaba que
era un inconveniente estar lejos de los padres, pero incluso eso
puede en ocasiones ser un beneficio, después de ver varios abuelos
borrachos rodeado de nietas o hijas pequeñas, y ver su forma de
actuar. Hay chavales que lo dan todo por algo, que son los estudios y
por aprender inglés, una persona con tantas ganas en Europa se comía
el mundo, jeje.
Fantástico Post David, da gusto leerte.
ResponderEliminarDuras algunas cosas que cuentas pero no dejan de ser una auténtica realidad y como tal hay que contarla.
Un abrazo y a seguir bien
La verdad es que es una sorpresa la forma de enseñar en Tanzania, me pregunto como será por India. Igual cuando estéis por alli, podéis hacer un post contando un poco como es la enseñanza :). Ya no os queda nada para marchar¡¡
EliminarPues hasta ahora no lo había pensado pero me parece una idea cojonuda.
EliminarLo mismo te hacemos la competencia con esta temática que es super interesante!!!! Seguiremos hablando. Por cierto, en estos días te escribo a tu correo y te pregunto un par de dudas que tengo y que me puedes resolver. Y de paso te pasaré un link que seguro que te interesa para el blog. Un abrazo de buzungu a buzungu ;)